En medio de la gama de fenómenos calendáricos, el Blue Monday destaca como un término que encapsula la idea del día más triste del año. Propuesto por el psicólogo británico Cliff Arnall en 2005, esta designación se apoya en una fórmula matemática que considera elementos como el clima, el retorno a la rutina pos festiva y las presiones de los propósitos de Año Nuevo. A pesar de las críticas sobre la validez científica de esta fórmula, el Blue Monday ha cobrado popularidad, convirtiéndose en un tema recurrente de conversación.
La clave para combatirlo radica en enfrentar este día desde una perspectiva psicológica y gastronómica aprovechando el poder terapéutico de los sabores. La elección de experiencias culinarias placenteras no solo se traduce en una indulgencia gastronómica, sino también en una estrategia consciente para contrarrestar los matices emocionales de esta jornada.
De acuerdo con el Dr. Ildefonso Muñoz Herrera, especialista en Psicología clínica en el Hospital Quirón salud Campo de Gibraltar, hay alimentos que no solo benefician nuestra salud, sino que también influyen positivamente en nuestra energía y bienestar psicológico. Este fenómeno se atribuye al hecho de que nuestro sistema nervioso utiliza neurotransmisores, sustancias químicas formadas a partir de nuestra dieta, para la comunicación interna. La serotonina, uno de estos neurotransmisores, desencadena efectos directos en nuestro estado de ánimo, subrayando la conexión intrínseca entre nuestra alimentación y salud mental. Además: la ciencia respalda también la importancia de las interacciones sociales en la mejora del bienestar emocional.
Por eso, en este Blue Monday, te invitamos a abrazar la conexión entre la comida, las interacciones sociales y el bienestar emocional en nuestros restaurantes o pidiendo tus domicilios. Con fundamentos que respaldan cada plato, ofrecemos una experiencia culinaria que nutre tanto el cuerpo como el alma, desafiando de manera efectiva las sombras del lunes triste.